Rascunho automático
Por mope
22/05/16
El mercado financiero viene enfatizando que la baja productividad del sector mineral tiene poca influencia en el retorno de dividendos, ya que la apreciación del precio del mineral en el mercado internacional ha compensado cualquier ineficiencia operacional. El mercado tiene sus propios mecanismos para compensar los contratiempos en la ley de la oferta y la demanda.
Las causas de la baja producción de minerales pueden ser variadas, desde estacionalidad climática, paradas programadas, tragedias, crisis sanitaria, etc. La tragedia de Brumadinho (Minas Gerais, Brasil), por ejemplo, influyó en la suba de precios en el período, lo que generó un impacto positivo en los ingresos del sector minero en 2019, que creció un 39,2%, mientras que la producción de mineral de hierro cayó un 8,8%, según informaciones de IBRAM (Instituto Brasileiro de Mineração, que congrega las grandes mineras de Brasil).
Si el capital cubre cualquier “desviación” en la productividad, entonces queda la pregunta de cuál es la importancia de la excelencia operacional, ya que esta no está directamente relacionada con el rendimiento financiero. ¿Cómo llamar la atención sobre la importancia del factor operacional en el indicador de sustentabilidad del sector minero, para quienes no ven problema en producir poco o mal, ya que la ganancia proviene de actividades distintas a la producción?
Lo que ha quedado claro de las dos peores tragedias de la historia, que involucran presas de relaves mineros, es que una operación irregular o mal realizada es una amenaza real también para los dividendos. Si bien el sector se ha movilizado de manera ágil para garantizar la seguridad de las represas actuales, no observamos la misma velocidad para enfrentar las causas de la generación de relaves. La seguridad de las represas está directamente ligada al modelo de procesamiento de minerales, que equivocadamente beneficia todo lo que proviene de la mina.
Mitigar la generación de relaves mineros debe ser la principal preocupación de los ejecutivos involucrados en la agenda ESG. Quienes se preocupan por la reputación necesitan pensar en formas más eficientes de producir.
El mantenimiento de buenos dividendos sólo será posible para quienes sean capaces de mantener una buena operación, a partir de la adopción de estrategias de procesamiento que enfrenten la realidad de la caída de las leyes del mineral. Al mantener la capacidad de producción se aumenta la capacidad de procesamiento de mineral de baja ley y se trata cada vez más ganga, aumentando el consumo de energía, agua, medios de molienda, reactivos, etc., lo que genera una mayor cantidad de relaves finos y que resulta en una baja productividad, problemas económicos, sociales y ambientales.
Actualmente, los minerales son cada vez más pobres y difíciles de procesar. Esto sucede tanto en proyectos nuevos como en plantas en operación. La Concentración Selectiva, una técnica original desarrollada por MOPE, prioriza el uso racional de los recursos minerales, desechando los excedentes de ganga que provienen de la mina antes de pasar a las operaciones más costosas de la planta. Mediante su aplicación es posible ampliar las reservas minerales, aumentar la producción, reducir significativamente el CAPEX/OPEX, además de reducir la generación de relaves finos.
La excelencia operacional debe estar vinculada a los indicadores de sostenibilidad de la agenda ESG, como una forma de garantizar la reputación y la rentabilidad a largo plazo.
MOPENEWS
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