¿Nacionalizar para qué?ㅤㅤㅤㅤ
Las inversiones privadas, principalmente extranjeras, siempre deberán ser bienvenidas. ¿Para qué pensar en nacionalizar la minería? El gobierno chileno tiene las herramientas necesarias para los más importantes asuntos: la legislación socio ambiental, la recaudación de tributos y, todavía, el estado chileno ya es dueño de CODELCO.
Las grandes mineras (así como casi todo negocio global), operan en dos niveles: la actividad operacional local, que trabaja con muchas dificultades, aumentando sus costos al tratar cada vez más ganga (junto con la caída de las leyes) y que llega al final del ejercicio fiscal con bajos lucros operacionales (en los últimos 20 años cayó en ocho veces el aporte de la gran minería al fisco); y el ambiente corporativo global: estimulado con discursos del tipo ESG, favorecido con eventuales aumentos de valor de las comoditas (para compensar algunas crisis económicas o desastres ambientales), que infla sin lastre el valor de las acciones en bolsas y que remunera espléndidamente a sus ejecutivos.
El gobierno chileno no precisa “nacionalizar” las operaciones, con todas las dificultades que eso envuelve, pues, basta aplicar a la gran minería privada las normas que preserven el ambiente y establecer los tributos que contribuyan al fisco de forma adecuada.
Cuatro acciones recomendamos al nuevo gobierno chileno:
1. Además de perfeccionar la legislación socio-ambiental, inhibir el aumento en la generación de relaves finos, exigiendo compensar la caída de las leyes mediante estrategias de preconcentración del mineral, si se desea mantener o aumentar la producción metálica;
2. Oponerse a la propagandeada “autorregulación” de las propias mineras en materias sociales y ambientales (de moda en estos tiempos “globales”);
3. Aplicar el Royalty, que coloca al fisco chileno directamente donde son generadas las mayores riquezas de las grandes mineras globales: el precio del metal, regulado por el mercado global donde estas mineras hacen parte.
4. Usar la minería pública chilena para seguir estrictamente estas nuevas normativas, debiendo servir como ejemplo, en materia de reducción de costos y productividad, combatiendo de frente la caída de las leyes, practicando economía circular, dar ejemplo en sus relaciones con las comunidades y medio ambiente, comprar máquinas e insumos de fabricantes locales y etc.
El gobierno chileno, a través de Codelco, debería liderar la tecnología y la productividad en materia de Cobre, como motor del desarrollo nacional, estableciendo metas y parámetros productivos de excelencia. ¿Será que Codelco podrá liderar esta misión o seguirá a remolque de las empresas privadas?
Alexis Yovanovic